Despertaste algo agitada, pero no abrías los ojos, te sentías muy acalorada.
- ¿Mama? – preguntaste confundida, ya que alguien te tocaba la frente.
Stephanie se levantó de la silla y gritó por las escaleras
- ¡Despertó Marce! - Marcela subió corriendo y se puso a tu lado, tocó tu frente
- No le ha vuelto la fiebre – dijo Marcela feliz –
- Mama…tuve un sueño muy extraño…viajaba en el tiempo, y…y los vi mamá, a los Beatles…a Paul McCartney, ¿Puedes creerlo? – dijiste con los ojos aún cerrados – Pero luego se puso feo…me alegra haber despertado –
- Ahora estas segura en 1961 – dijo sonriendo Stephanie y abriste los ojos, las miraste, y comprendiste que no era un sueño, seguías ahí.
- ¿Cómo?,¿como? – dijiste asustada, y ellas se miraron entre si –
- Bueno, tuviste fiebre…- dijo Marcela
- ¡El chico! ¡El chico! – dijiste recordándolo - ¿Qué pasó?
Stephanie miró hacia abajo.
- Bueno, no pregunte su nombre…estaba muy preocupada – tu sonreíste
- No te preocupes Stephie –
- Pero cuéntale lo que paso….- dijo Marce y Stephie se puso a contarte lo sucedido. Cuando ella termino las tres se quedaron en silencio.
- ¿Y recuerdas algo de lo que paso (t n)? ¿Es cierto lo que dijo el chico con el ojo golpeado? –
- ¿Estaba golpeado? – preguntó Stephie
- Si… -dijo Marce – y le sangraba la ceja –
Tú contaste tu versión y Stephanie suspiró.
- Todo un caballero…- dijo soñadora – no te sorprendas si uno de estos días viene a tu casa para ver como estas…y …-
- ¿Y traerá flores no? – dijo Marcela, lo que te hizo reír.
- ¿Pero como supo venir aquí? – dijo Stephanie intrigada
- Bueno, - dijiste suspirando – no es la primera vez que lo veo…-
- ¿Qué? – dijeron las dos al unísono, contaste la historia y Stephanie grito de emoción, Marcela te miró sorprendida.
- ¡Es el destino! – dijo Stephanie emocionada y te abrazo, y Marcela solo las miró, como en estado de shock, porque no pudo evitar pensar de nuevo en Stuart…el chico que venía de nuevo a su mente, y del que por su culpa, no podía evitar revisar cada billete que venía a sus manos –
- Destino…- susurró Marcela.
Después de eso, Stephanie se fue a hacer el desayuno, y Marcela se fue a bañar, aunque te sentías bien, no te dejaron hacer nada. Estabas muy preocupada por Nancy, platicaban en tu habitación cuando sonó el timbre, y Stephanie corrió escaleras abajo, abrió creyendo que “el chico de Penny Lane” aparecería, pero en su lugar, estaba Nancy.
- Hola – dijo ella tímidamente - ¿esta (t n)? –
- ¿(t n)? – preguntó Stephanie – si…pero, esta enferma –
- ¿Enferma? ¿Llego bien ayer? – dijo preocupada Nancy –
- ¿Eres Nancy, verdad? – dijo Stephanie haciendo deducciones
- Si -
- Lo siento, pasa – dijo Stephanie – están arriba – dijo sonriendo, y fue a servir un té para ella. El cual llevó escaleras arriba y se lo dio.
- Gracias – dijo Nancy y ambas se sentaron –
- ¿Llegaste bien ayer Nancy? – preguntaste preocupada –
- Si, pero muy preocupada por ti, te desapareciste (t n), sólo encontré tu bolso en la mesa, dijo pasándote el bolso que ella te había regalado el día anterior, suspiraste, y contaste tu historia (eliminando el beso, claro al igual que la primera vez que lo contaste), después Stephanie contó la suya, y te hizo contar que ya habías visto antes a “el chico de Penny Lane”, Nancy se quedó sorprendida cuando terminaste, y después de unos minutos dijo:
- ¡Destino! – Marcela se golpeo la frente, y Stephie saltó –
- ¿Verdad que si? –
- ¡Si! Seguro que se vuelven a encontrar…- tu simplemente sonreíste y recordaste esos ojos verdes….-
- Suficiente – dijo con una sonrisa Marcela – mi paciente tiene que descansar…-
- Ok, doc – dijo Stephanie y luego se volvió a Nancy - ¿Quieres galletas, (t n) prepara las mejores –
- ¡Si! – dijo ella feliz y salieron de la habitación no sin antes decir
- ¡Mejorate (t n)! –
- Intenta dormir un poco, - dijo Marcela –
- Gracias Marce, por venir, y por quedarte….y…-
- No te preocupes por eso – dijo ella sonriendo – descansa (t n) – te recostaste, y ella cerró las cortinas
- Eres genial Marce – dijiste y ella sonrió, mientras cerraba la puerta.
Marcela, Stephanie y Nancy, charlaron en tu casa hasta que Nancy tuvo que irse, ya que ir a uno de los cafés de los Cole. Pasó el día entero, Stephanie regresó a su casa, porque su madre estaba preocupada, y debía trabajar el domingo, ya que la tienda no se abrió ese día. Marcela se quedó a dormir, y se fue al día siguiente contigo asegurando que te sentirías mejor, y el lunes podrías ir a la universidad.
Pasaron los días de la semana, y llegó el miércoles. Tenías que terminar un trabajo, Nancy te había invitado a almorzar en la Caverna, y como, estaría vacía porque no era hora de show, no sentiste miedo en ir. Llegaste a la Caverna, Joan te dijo que Nancy aún no llegaba. Te sentaste y sacaste el trabajo del que te faltaban 2 hojas por hacer, te pusiste a hacer eso. Los Beatles habían llegado y tocaban. Tarareando terminaste tu trabajo, y revisaste todo, te diste cuenta que faltaba una dedicatoria, y que el profesor había pedido una, y como no llevabas regla, sacaste tu cartera, de ahí sacaste la credencial de estudiante, y te pusiste a hacer una línea en una hoja en blanco, para colocar la dedicatoria. Los chicos habían dejado de tocar hacía unos minutos, pero no te percataste, seguías tarareando “Johnny be Goode”, y escribiste, con letra cursiva, lo mismo que escribías en tus trabajos en tú época, y lo escribiste más feliz, ya que ahora era más cierto que nunca.
Dedicado a Los Beatles, por acompañarme con su música y servir de inspiración para realizar éste trabajo.
Sonreíste satisfecha de ti misma, y entonces, una voz dijo:
- ¡Vaya, que honor! – y una mano tomó las hojas que tenías en la mesa
Miraste al frente y John Lennon leyendo la dedicatoria, y después hojeando el trabajo feliz.
- ¡Y no lo entiendo! – dijo sonriendo Lennon – ¡es científico! – y se giró al lado a su lado.
- ¡Eh! ¡Stuart! – dijo feliz - ¡Somos reconocidos en el mundo de la ciencia! –
- ¿Te imaginas un elemento llamado Lennon? – dijo Stuart sonriendo –
- ¡O uno llamado Beatle! – dijo John emocionado –
- Gracias….ingeniera – dijo John inclinándose, tu entraste en pánico y comenzaste a recoger tus cosas.
- ¡Eh! ¡Chicos! – había llamado John a los demás Beatles, pero en eso le quitaste las hojas de las manos –
- ¡VOY MUY TARDE! – dijiste corriendo hacia la salida, los demás Beatles habían volteado a verte y te vieron alejarte con caras extrañadas.
- Se fue como el conejo blanco – dijo George tomando un refresco –
- Era…ella – dijo Paul
- Si, no era un el – dijo Lennon, y todos menos Paul, rieron –
- No Lennon era ella. ELLA….la chica de Penny Lane – en ese momento John pronunció tu nombre –
- ¿La conoces? – dijeron a coro todos los demás –
- No….- dijo Lennon sonriente – dejo su credencial de la universidad, y aquí esta su dirección –
- Deberías ir – dijo George sentándose en una silla –
- ¿Y porqué no la invitas a la fiesta de tu primo? – dijo Stuart – no tienes a nadie que no grite cada vez que te ve…y bueno, necesitas ir con alguien – Paul se quedó pensativo
- No lo se – dijo guardando tu credencial en su bolsillo –
Fuiste directo a la universidad a almorzar después de eso. Habías hablado con John Lennon….y con Stuart. Entregaste tu trabajo ante un sorprendido profesor, y agradeciste que Jim no estuviera en la oficina, no querías más sobresaltos y sonrojos, fuiste a tu casa, y Stephanie te llamó por la tarde, estuvieron platicando un rato y después colgaste el teléfono. El timbre de la puerta sonó.
Corriste a abrir la puerta, seguro era Nancy, que venía a ver por que te habías ido. Casi te da un paro cuando abriste la puerta. Tenías a Paul McCartney en tu jardín. ¡Paul McCartney! Te quedaste callada mirándolo, porque no podías reaccionar.
- Ahm, hola – dijo con su acento ingles, con su hermoso acento ingles, con su bellísima voz, ¡con sus perfectos labios! Era todo lo que podías pensar Paul McCartney…Paul McCartney.
- Hola – respondiste después de unos segundos –
- <<” ¿Qué hace Paul McCartney en mi puerta?”>> - pensaste confundida –
- Bueno, yo soy Paul – dijo nervioso – y, es que bueno, dejaste esto en La Caverna y… - dijo mostrándote tu credencial y…- dijo y el sonrojo fue hasta tus mejillas
- <<”¡Tonta, tonta, tonta!”>> - pensaste - <<”¡Di algo!”>> -
- Am….¿quieres una taza de té?- dijiste nerviosa, y el hizo una gran sonrisa
- Me encantaría – dijo y entonces, lo hiciste pasar.
Se quedaron en el pequeño vestíbulo mirándose, hasta que reaccionaste.
- Perdón, pasa – dijiste y abriste la puerta, fuiste a la cocina y el te siguió.
- Bueno, yo soy (t n) – dijiste mientras buscabas el té y sacabas unas galletas – te agradezco que me hayas traído la credencial Paul.
- No es nada - dijo el, y pusiste a hervir el agua – creí que la necesitarías.
- Siéntate por favor – dijiste nerviosa y el se sentó pero tu te quedaste parada sin saber que hacer y lo miraste.
- Bueno, yo, yo quería pedirte algo (t n) … - dijo nervioso Paul
- Dime…- dijiste algo extrañada
Paul se dio cuenta de que no lo habías reconocido, así que se armó de valor y soltó.
- ( t n), se que no te conozco, y que esto es muy raro para pedirle a alguien que acabas de conocer, pero tengo una fiesta el viernes, de mi primo, una fiesta familiar y…- dijo Paul mirando hacia el piso – necesito llevar a alguien y no tengo con quien ir. – dijo mirándote suplicante y la tetera comenzó a silbar.