Era un precioso sábado, no se suponía que tu
despertador sonara, podrías dormir hasta tarde y saber lo que pasaría después.
Paul y tú, estaban en un cine, y puso su brazo sobre tus hombros. Se acercaban,
cuando…
<<¡¡Ring!!>>
-
No…- dijiste tapándote la cabeza con una almohada
– aún puedo regresar al sueño…-
<<¡¡Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing!!>> Resignada, aventaste la almohada, te pusiste tus pantuflas y bajaste a la puerta.
(Minutos antes…)
Frente a tu puerta delantera, Marcela se bajaba de un taxi, junto con una maleta. Llevaba sombrero y lentes de sol con su cabello negro suelto. Stephanie, venía caminando por la acera, hacia tu casa, y recibió a Marcela que, salía del taxi.
-
Hola Marce – dijo ella
-
Hola – dijo Marcela, y tocó el timbre una vez. Pasó el
tiempo y entonces Stephanie dijo:
-
Esta perezosa no se levantara – mientras decía esto,
oprimió el timbre y dejo el dedo unos segundos. – Ahora si – dijo soltándolo, y
Marcela comenzó a reír. Escucharon tus maldiciones rumbo a la puerta, y al fin,
abriste.
-
Oh, ¿Te despertamos? – dijo Stephanie sonriente
-
¿Tú crees? – dijiste y entonces te hiciste a un lado –
pasen…-
Ambas pasaron, y te les quedaste viendo, recargándote en el barandal.
-
Umm…bueno, yo venía a verte para ver si me acompañabas
a recoger a mi prima Noelia a la estación…- dijo Stephanie – es de nuestra
edad, y bueno, le he platicado de ti y…-
-
Oh, no hay problema, (t n) y yo vamos para la estación
– dijo Marcela agitando su maleta –
-
¿Qué? – dijiste confundida –
-
¿Tienes planes para las vacaciones acaso? – dijo ella
-
¿Aparte de escribirle a Paul? – pensaste – Umm…no –
dijiste –
-
Bueno, entonces…vamos – dijo Marcela, yendo escalera
arriba. Y Stephanie la acompañó.
-
¿A dónde van? – dijiste –
-
¡A hacer tus maletas! – gritó Marcela desde tu
habitación – ¡sube a cambiarte! – Resignada, (sí, claro) fuiste a ponerte algo.
Salieron 20 minutos después y abordaron un taxi. Llegando a la estación,
Stephanie salió corriendo del taxi, arrastrándote con ella y Marcela se quedó a
pagar el taxi.En ese momento, Noelia descendía del tren, con sus pensamientos aún con el chico que había conocido hacia un par de horas. Pero, en cuanto vio a Stephanie, su rostro se iluminó y ambas se abrazaron.
-
Prima querida…¡Te extrañé tanto! – dijo Noelia
-
Lo mismo digo – dijo Stephanie, y separándose dijo –
Noelia, quiero presentarte a mis amigas.
-
Marcela Darcy – dijo Marcela sonriendo y ofreciéndole
su mano para un apretón
-
( Tu nombre y apellido) – dijiste tú, haciendo lo mismo.
-
¡Será genial estar con ustedes chicas, Stephanie me
dijo que están de vacaciones! – dijo Noelia
-
Bueno…- dijo Marcela y comenzó a balancear su equipaje
– es que yo…bueno, me sobró mucho dinero de los turnos dobles y…había alquilado
un cuarto en una pensión cerca de la playa con una amiga….pero, la muy…- dijo
molestándose y comenzando a cambiar el tono de voz – lo siento, en fin la tipa
no podía ir, y bueno…(t n) y yo íbamos a ir, pero…si quieren unirse…-
-
Yo no sabía que íbamos…- dijiste tu
-
Bueno, lo decidí ayer en la noche, además ya traes
valija….pero si no quieres ir,- dijo haciendo un puchero
-
¡Claro que quiero! – dijiste
-
¿En serio? – dijo Noelia, interrumpiendo su pequeña
charla –
-
Si – dijo Marcela
-
¡Oh, la playa! ¡Si, si! ¿Pero porque en una posada?
¡Papa tiene una cabaña…estoy segura – dijo, y entonces corrió al teléfono
público. Pero, pasados 15 segundos regresó cabizbaja.
-
Stephie… ¿cómo se usa? –
-
Te muestro…- dijo Stephanie, y ambas fueron al
teléfono.
Después de 2 horas, en las que buscaste una silla
en la terminal, Marcela fue a despertarte.
-
Ya (t n), ya nos vamos a ir en el tren – dijo ella
-
Bien…- dijiste – vamos -